Después de la decepción que me produjo la reacción de Bubba Watson al mandar la bola al agua, pensaba que la retransmisión no iba a dar más de sí, pero que equivocado estaba, porque viví un final de infarto y lleno de emociones ante el desarrollo que tuvo ese hoyo 18 y lo que nos tocaría vivir del play off.
Por un lado, Ken Duke, con 44 años y 187 torneos disputados en el PGA Tour llegaba a la casa club como lider, por detrás venía Chris Stroud, que en su tiro al green del 18, no era capaz de frenar la bola en green, dejándose un aproach, que aunque metible, era todo menos rutinario, y sólo le servía embocar para salir al playoff.
No me quiero imaginar lo que pasa por la cabeza de Ken Duke en esos momentos, aunque no me extrañaría que en algún momento hubiese pensado eso de, después de x años en el circuito y teniendo tan cerca mi primera victoria y a mi edad, no me hará la gracia de embocarlo… Y se la hizo, vaya si le hizo la gracia.
En los dos hoyos de desempate que vivimos, pudimos comprobar como Chris Stroud reventaba la bola desde el tee de salida y partiendo la calle en dos, mientras que Ken Duke, dejó una clara muestra de lo buen jugador de hierros que es, en el primer hoyo alcanzado green desde una situación complicada y en el segundo, con la bola en calle, dejándose una oportunidad para birdie muy clara.
Resultó emocionante el baile de emociones, de tener el torneo en el bolsillo a tenerlo casi perdido después de los drives iniciales de cada uno, pero en el golf, se volvió a demostrar, que no hay golpe rutinario, que hay que luchar hasta el final y quizás, si todo sale bien, la que parece más lógico no es lo que finalmente sucederá, lo que ayer permitió a Ken Duke a sus 44 años, llevarse la primera victoria en el PGA Tour, porque ¿quién de nosotros no quería que ayer ganara el cuarentón?
Nota: si queréis ver la rueda de prensa tras la victoria de Ken Duke, está aquí, aunque reconozco que puede ser algo lacrimógena si uno se pone en la situación de lo ha que ha debido sentir.
