El valor de las invitaciones a los antiguos ganadores del Masters
Cuando ayer Adam Scott se proclamaba vencedor del Masters 2013, no sólo ganaba un grande si no que ganaba un plan para el resto de su vida porque con dicha victoria tiene derecho a participar en el torneo hasta que así él lo decida. También podrá acudir a la Cena de Campeones, que tiene lugar cada martes de la semana del Masters, así como al acceso al vestuario de la segunda planta del Augusta National, sólo reservado para los campeones. Ayer, ganó mucho más que un grande y una Chaqueta Verde.
Quizás uno de los momentos más emotivos de toda la semana de Masters sea la salida de los campeones, donde los Tres Grandes dan el primer golpe de cada edición del Masters. Más allá de esta salida honorífica, en la edición de este Masters hemos tenido un claro ejemplo del valor que ha generado para la propia competición la participación de los antiguos ganadores.
Durante las primeras jornadas, Fred Couples bordó el golf, firmando incluso una tarjeta de 68 golpes, pareciendo por momentos que por los ríos del Augusta National fluía el elixir de la eterna juventud. ¿A quién de vosotros no le gustó ver el swing de Fred Couples funcionando a pleno rendimiento?
Algo parecido podríamos decir de la participación de Bernard Langer, quien comenzó la última jornada con cuatro birdies en los cinco primeros hoyos y se metía en la pelea. ¿Quién no pensó que podía dar la campanada en esta edición del Masters?
Otro más es Ángel Cabrera, que cuando empezó el torneo era el jugador 269 del mundo, por lo que si no hubiese sido campeón no podría haber entrado a jugar este Masters. ¡Lo qué nos habríamos perdido!
Me atrevería a decir que a muchos de nosotros, al ir viendo que las tarjetas de Fred Couples y Bernard Laner se iban cargando de golpes poco a poco, nos provocó una mezcla entre pena y satisfacción por poder volverlos a ver luchando a ese nivel. Pero qué decir de lo que nos hizo vibrar ayer Ángel Cabrera, de su tiro al 18, de sus chip en el primer hoyo del desempate… Sin palabras.
Con la participación de estos tres campeones de pasadas ediciones del Masters, el torneo se ha visto enriquecido de una manera importante. Por la razón que sea, algo tienen este torneo y el campo, que provocan que algunos jugadores vuelvan a recuperar sus sensaciones, situación con la que los aficionados al golf disfrutamos enormemente. Así lo hemos hecho durante estos últimos cuatro días. no sólo porque nos traigan recuerdos del pasado, sino porque son capaces del volver a rendir al máximo nivel y luchar de tú a tú, con los mejores jugadores del momento.
Imagen| Masters