¿Merece la pena ser un Tiger Woods?
Cuando leía en El Mundo esta interesante entrevista a Gabriel Batistuta, estrella del fútbol argentino retirado en 2004, iba pensando en Tiger Woods y sus problemas físicos de los últimos tiempos. Batistuta, comentaba que a lo largo de su carrera profesional se había machacado, literalmente, su cuerpo y que tras su retirada, hubo momentos en los que apenas podía moverse y llegó a desear que le cortaran las piernas.
Así se sentía el futbolista internacional, tras haber pasado toda su vida intentando llegar en las mejores condiciones a cada partido, para rendir al máximo y aportar su gran calidad a su equipo. Menos mal que pudo encontrar una solución, gracias a un médico que dio con la clave para ayudarle a superar sus dolencias físicas en los tobillos, al menos para los próximos años.
Una vez más, me pregunto si no será mejor otra vida, que la de intentar ser el mejor del mundo, sea en el fútbol, en el tenis o en golf. La de machacarte en el gimnasio, en el campo de prácticas, en el campo de golf,… ¿realmente merece la pena?
Hace poco le preguntábamos sobre esto a Javi Colomo, profesional del golf que juega en Europa y Asia, y sus respuestas a mí me parecieron bastante interesantes. Colomo tenía claro que la felicidad era la clave para jugar bien al golf y, por lo que parece, los cambios que ha hecho en su vida en los últimos tiempos le están haciendo muy feliz porque lleva una buena racha de victorias y juego en el Circuito de Profesionales de Madrid.
Seguro que Batistuta fue muy feliz durante su ida deportiva, pero hay que verlo ahora, cuando dice que apenas puede ir a por un balón cuando juega una pachanga entre amigos. El golf fue el primer deporte que practicó, tras la intervención quirúrgica que le fijó los tobillos con tornillos para evitar sus grandes dolores, el mismo deporte que tal vez ahora esté amargando al que hasta hace muy poco era el número uno mundial indiscutible, Tiger Woods.
Tiger ha dedicado toda su vida a este deporte y ha marcado una era. La duda es si merece la pena intentarlo, si estás dispuesto a sacrificar la vida de un hijo para que siga ese camino y, tal vez llegue a jugar algún día el PGA Tour o el European Tour, porque recordemos que sólo unos pocos elegidos lo consiguen.
El año pasado criticamos el caso de Tianlang Guan y esta temporada lo volvimos a hacer con Lucy Lee, por su precocidad, innecesaria, para jugar grandes torneos de golf. La avaricia de los propietarios de los grandes circuitos, para ganar más dinero accediendo al mercado asiático o a los petrodólares, puede más que cualquier otra cosa, así que me temo que no serán los últimos que veamos en estos torneos en los próximos años.
¿Querrá Tiger Woods que le corten la espalda ahora mismo? ¿Lo pedirán Tianlang Guan o Lucy Lee cuando tengan 35 años? ¿Qué se puede hacer para evitar que ser profesional de alto nivel en cualquier deporte no suponga dejar de vivir cuando tu cuerpo ya no aguanta más?
Imagen | Dan Perry