El otro día en mi club, tuve la posibilidad de probar la madera que veis en la imagen superior, una Tour Edge Exotics CB5, una madera de un compañía que para algunos será desconocida, pero que nada tiene que envidiar en cuanto a calidad de los productos de otras marcas que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de las tiendas.
Una madera, que con sus 16,5 grados daba un vuelo de bola alta , pero sin comprometer en absoluto la distancia, alta y larga. Estas buenas sensaciones con esta madera, me ha vuelto a recordar, la cantidad de buenos productos de golf que existen en otros mercados más grandes, pero que rara es la vez que llegan a nuestro país en con una amplia distribución.
Sin ir más lejos, en mi bolsa tengo un Seemore Putter, una compañía que me enamoró su filosofía y su producto desde el primer día, pero que a pesar de los esfuerzos que realiza Kike Seemore, resulta complicado el despegue por el tamaño del mercado golfísitico de España. Otras marcas como Bettinardi han entrado al mercado español hace pocas fechas de la mano deHolf Golf, por lo que esperamos, que poco a poco, sus putters sea más fácil probarlo y comprarlos en nuestro país. O que decir de putters como los de Rife Putter, con sus estrías que hacen rodar y rodar la bola. Algunos se ven por lo campos, pero siempre que he preguntado, la procedencia es la misma: USA.
Esta limitación no sólo es de putters sino que buenas y reconocidas marcas como Adams, al menos en Gran Canaria, no resulta fácil encontrarlas, a pesar de pertenecer a la misma matriz que Taylor Made. El mercado es el que es y con menos de 300.000 federados, de los cuales una parte importante tampoco juega realmente al golf, es imposible que exista un mercado para más marca y productos. Para aquellos que nos gusta probar productos de otras marcas, sin lugar a dudas, es una auténtica pena porque tenemos una menor oferta donde intentar buscar ese palo que se convierta en el niño bonito imprescindible en nuestra bolsa.
