Material de Golf

[Inocentadas 28D] TaylorMade contraataca con un driver que integra Trackman y Flightscope

La respuesta de TaylorMade a su fiasco en ventas de los últimos meses, debida en gran parte al acierto de Ping con su material en la gama G30, será una nueva forma de hacer palos de golf: incorporando los chips y la electrónica a su nuevo driver, el e-TaylorMade T1.
En palabras de Ben Sharpe, director ejecutivo de TaylorMade, será «El nuevo e-TaylorMade T1 será un palo revolucionario, algo nunca visto hasta ahora. Los prototipos que hemos enviado a nuestros probadores consiguen inmejorables resultados combinando lo mejor de dos mundos, el de los mejores palos de golf del mercado y los sistemas de análisis de swing de Trackman y Flightscope. La experiencia integrada es increíble y ya hay quien empieza a calificar nuestro proyecto como el que Apple de los palos de golf».

Esto es lo que se sabe del funcionamiento del primer prototipo del driver e-TaylorMade T1

Las especificaciones del nuevo e-TaylorMade T1 llaman la atención porque, al menos a primera vista, el palo parece uno más en la gama de material de la marca. Sin embargo, cuando se saca la funda protectora de la cabeza del driver, es cuando se identifican las primeras diferencias con respecto al material tradicional y aparecen  las novedades a las que hace referencia el director ejecutivo de Taylor Made.
Lo más llamativo es el conjunto de leds situados en la parte trasera de la cabeza del palo, cuya función es indicar el estado del sistema: si está encendido, si está conectado a algún dispositivo de lectura de resultados (iPhone, iPad, tablet o móvil Android, ordenador) y el nivel de carga de la batería. Son bastante discretos, están colocados estratégicamente para que el jugador no los vea en el stance y su iluminación es bastante tenue, para evitar reflejos en la hierba, por lo que no se esperan quejas de jugadores por molestias ocasionadas por estas luces.
Una vez que se enciende el e-TaylorMade T1 y se pone a funcionar, se necesita conectarlo a un dispositivo lector de resultados, que puede ser un iPhone, un iPad o cualquier teléfono o tablet que lleve Android incorporado, así como ordenadores que dispongan de bluetooth. El método de pareado es similar al de cualquier aparato de radio y manos libres de un coche, se busca el dispositivo y quedan unidos para siempre, lo que facilita bastante las cosas a los más torpes con la tecnología (una de las exigencias de TaylorMade va en esta línea, ponérselo extremadamente fácil a todo el mundo).
El pareado se hace a través de la app que TaylorMade está desarrollado, que estará disponible de forma gratuita en las tiendas de aplicaciones de cada plataforma. Esta app también permitirá disponer de información exacta sobre el estado de carga de la batería, estadísticas durante una ronda y sesión de entrenamiento y diferentes funcionalidades que Trackman y Flightscope están integrando y que a día de hoy disponen en sus sistemas de entrenamiento. Será el usuario el que deberá elegir qué sistema quiere cuando compre el dispositivo, dado que habrá una versión específica para Trackman y otra para Flightscope, con el objetivo de permitir una mejor integración con cada plataforma de análisis de swing.
En el interior de la cabeza del palo, se encuentra el cerebro electrónico que hace posible que el e-TaylorMade T1 funcione: el chip M9-Treev, de Xiaomi, que puedes ver en la imagen que ilustra esta entrada. El CEO de Xiaomi ha afirmado que el chip surge porque han detectado que el golf es uno de los sectores en los que se espera mucho auge en China y creen que haber invertido en el sector será considerado en el futuro uno de los grandes aciertos de la compañía. Un chip M9 similar lo montan ahora mismo diversos teléfonos móviles de la compañía china y en la versión de golf, a cuyo nombre se le ha añadido «Treev» en honor a Lee Treviño, se ha evolucionado el sistema de detección de movimiento para dar respuesta a los requerimientos de aplicaciones como Trackman y Flightscope.
Según TaylorMade, la duración de la batería será de 8 horas dejando el dispositivo permanentemente conectado, tiempo suficiente para una ronda de golf con paso previo por el campo de prácticas y parada a tomar algo en mitad del recorrido. Si se apaga y enciende cada vez que se utiliza, se amplia la duración hasta las 60 horas y dejándolo en espera, afirman que aguanta hasta un mes. Este es uno de los hándicaps del e-TaylorMade T1, ya que ahora habrá que habilitar en los cuartos de palos de los clubes algún sistema para cargarlos, o tocará llevarlo a casa para cargarlo con el móvil. El sistema que emplea el e-TaylorMade T1 para cargar su batería a través de un conector micro-USB, igual que el de la mayoría de terminales Android del mercado.

El debate está servido: ¿qué dicen las reglas de golf de un palo como este?

Otro de los puntos que han llamado poderosamente la atención en las declaraciones de Ben Sharpe sobre el nuevo e-TaylorMade T1 es su confianza en que las reglas del golf permitirán usar estos dispositivos en torneos. Según sus propias palabras, «hemos estado hablando con la USGA y PGA Tour, les hemos enseñado el proyecto y los primeros prototipos y les hemos convencido para que en la próxima revisión de las reglas del golf de 2016 se articulen los cambios necesarios para poder jugar con el e-TaylorMade T1 en los torneos del PGA Tour. Más adelante, en 2017, gracias a la experiencia americana, se espera que en Europa se admita el juego con este tipo de driver, en el que TaylorMade será líder indiscutible en el mercado».
Cuando el río suena, agua lleva, aunque estas palabras de Ben Sharpe habrá que esperar a que se confirmen por parte de los que hacen las reglas de golf, que yo no tengo muy claro que vayan a aceptar un avance así en el material de golf tan fácilmente. Desde luego, la cosa podría cambiar mucho si se modifican las reglas para permitir palos como este y estaríamos, sin duda alguna, ante la nueva revolución en el material de golf. ¿Ese «hack golf» que Taylor Made lleva tiempo ansiando?
También ante algún escándalo porque resulta bastante sospechoso que sea tan fácil cambiar las reglas del golf para unas cosas y no tanto para otras, por lo que no me extrañaría que hubiera algún comentario que trate de levantar un posible caso de corrupción en el golf.

¿Estamos ante el principio de una nueva era en el golf o será un fiasco para TaylorMade?

Mucho van a tener que «afinar este violín» en TaylorMade para que sea un éxito en ventas y evitar un fiasco como otras propuestas anteriores suyas, en las que prometían revolucionar el material de golf. Las cosas ya no están para bromas, el mercado tendrá que reaccionar y los accionistas de la compañía dirán si quieren este palo o no.
Sobre si TaylorMade va a hacer en el sector del golf lo que Apple hizo en el de la tecnología, muy finos van a tener que estar para no acabar siendo una Blackberry, empresa que fue un imperio y hoy pelea por no morir. Yo  soy partidario de esperar y ver qué pasa cuando se vea el diseño definitivo.
El principal reto, en mi opinión, será el de conseguir una buena integración de la varilla y la cabeza del palo con la tecnología, para que los resultados que muestre a sus usuarios sean fiables y les sirvan para poder saber en todo momento cómo le están pegando a la bola y qué tienen que corregir en su swing. Si lo logran, seguro que transformarán el golf moderno en otra cosa diferente a lo que hoy en día conocemos.
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