El US Open vuelve a un Pinehurst Nº2 muy diferente
El US Open vuelve a Pinehurst Nº2, un campo que en la memoria de algunos como el que le escribe, lo tienen asociado a un nombre, a las imágenes de una victoria frente a un jugador que sí que estará esta semana, Phil Mickelson, pero ese puño alzado con la pierna hacia atrás de la victoria de Payne Stewart*en el US Open de 1999 , al menos para mí, resulta inolvidable.
Sin embargo, esta vez los participantes del US Open se encontrarán con un campo, Pinehurst Nº2 muy diferente, tras la reforma a la que fue sometida por Bill Coore y Ben Crenshaw para devolver a Pinehurst Nº 2 a lo que inicialmente era cuando fue diseñado por Donald Ross.
Uno de los cambios más importantes que veremos frente a las ediciones que se disputaron aquí en 1999 y 2005, es la desaparición del rough y la aparición de zonas arenosas con hierbas autóctonas de la zona, una proceso con el que mi amigo y exgreenkeeper del Augusta National, Dani Carretero, que también participó en los trabajos de restauración del campo y que estará trabajando la semana del US Open allí, me lleva mareando la cabeza unos cuantos años: la naturalización de los campos de golf.
Pinehurst Nº2 es uno de los campos que cuenta con los mejores archivos y en Tufts Library, todavía tienen los proyectos iniciales de Daniel Ross. Eso junto con algunas fotos aéreas, provocaron que Bill Coore y Ben Crenshaw tuviesen clara la idea de lo que significaba volver a lo que inicialmente fue Pinehurst Nº2. Otra clave para ello, es que las calles cuenta con una línea de riego principal, por lo que Bill Coore y Ben Crenshaw, tomaron distancias equidistantes a ambos lados y retiraron todo el rough que sobraba, ya que este rough de bermunda, tenía una irrigación secundaria. Dato importante, ya que después del proceso de naturalización, como os podéis imaginar, el gasto de agua en el campo se ha tenido que reducir bastante, al mismo tiempo, que el campo mantiene una imagen espectacular.
Muchas son las críticas que han recibido la USGA por sus roughs infernales cuando preparan un campo para acoger un US Open, pero en esta edición no habrá rough, por lo que aquellos tiros que se vayan fuera de la calle, tendrán un factor suerte importante, ya que habrá lies donde el jugador podrá intentar llegar a green, mientras que en otros, cuando las plantas autóctonas entre en juego, tan sólo podrán chipearla para intentar volverla a poner en juego.
Muchas de las críticas que siempre ha recibido la USGA vienen por la dureza del rough, pero reconozco que cuando veo ahora las imágenes de Pinehurst Nº2, limpio de rough pero con unas calles perfectamente contorneadas y todo lo que no es calle es zona arenosa con vegetación, reconozco que quizás me da hasta más miedo que el propio rough típico de la USGA, más aún cuando escucho a Mike Davis, Director ejecutivo de la USGA, decir que las últimas 3 semanas han sido muy secas y que el campo tiene ese tono marrón que les gusta…
Este US Open tiene como sede uno de esos campos con mucho peso dentro de la historia del US Open, pero al mismo tiempo, estamos hablando de un campo, que al verse por todas las televisiones del mundo, podría ayudar a que el proceso de naturalización de los campos que algunos llevan promoviendo algunos años, coja un impulso importante, con el que además no puedo negar que estoy muy de acuerdo, porque ayuda a recortar los recursos hídricos que se emplean en los campos, algo que en la mayoría de los casos de manera infundada, suelen utilizar algunos para ensuciar la imagen de los campos de golf.
Os recomiendo ver los vídeos que la USGA nos da de cada hoyo sobrevolándolos porque me parece una auténtica maravilla de campo.
* La victoria de Payne Stewart en ese US Open fue la que hizo saltar a la fama una marca de putters, Seemore Putter y su tecnología RST, aunque tanta fue la repercusión de dicha victoria para la marca, que casi les lleva a su propia desaparición.