Ayer, hemos podido ver en el TPC Sawgrass la que para mí es la mejor versión de Sergio García. Ha jugado bien al golf, ha sabido sufrir y aguantar, ha estado bien colocado cuando llegó el error de Tiger Woods en el 14, cuando tiró su bola al agua, y el torneo se volvía a poner a tiro de varios jugadores, con el de Borriol a la cabeza. Ha peleado y ha luchado Sergio, hasta que uno de esos hoyos que por su dificultad son famosos en todo el mundo, se ha puesto entre él y la victoria.
El hoyo 17 del TPC Sawgrass fue ayer letal para Sergio García. Aún no tengo muy claro si fue porque falló el swing o, simplemente, porque la tiró valiente a bandera y no pudo ser. El caso es que a mi, como espectador, me ha encantado la actitud del Sergio en toda la vuelta de ayer y también en ese momento,. Sólo pude sentir lástima por no verle dejar la bola a medio metro o, al menos, en green y con opciones de par en ese fatídico hoyo 17. Pena por alguien que estaba luchando para lograr una victoria dando lo mejor de si mismo.
Sentí lástima porque tuve la sensación de que Sergio García fue valiente y quiso dar un golpe de efecto en el 17, jugarse el playoff antes de tiempo con ese golpe, pero no pudo ser. El resultado fue de dos bolas al agua y lamentos de muchos aficionados que lo seguíamos por televisión, unos de acuerdo con la estrategia que parecía haber elegido, la de máximo riesgo, la valiente; otros, opinando que se había equivocado.
A mí, personalmente, no me parece que haya hecho ninguna burrada si se ha jugado el tiro a bandera. Si la ha pegado mal, qué se le va a hacer, pero si su estrategia ha sido la de tirar a bandera y dejarla cerca para intentar el birdie, yo la aplaudo. Me gustan los golfistas inteligentes, pero también los valientes. Así era Seve Ballesteros, quien podía pegar una espantada a un parking, dándolo todo desde el tee de salida con una madera, para luego golpear desde un parking y acabar haciendo birdie. En los tiempos que corren en España, de crisis de valores y económica, figuras valientes son las que hacen moverse del sofá a muchos y ayer a mí me pasó justamente eso durante la última vuelta de Sergio García.
El golf de robots me parece aburrido. ¡Me gusta que haya emoción y golpes magistrales! Y para mí, era el momento de hacerlo. Igual que el increíble golpe que El Pato Cabrera tiró en el 18 del Augusta National para salir al playoff por la victoria contra Adam Scott, todo o nada. Por eso quiero decirle a Sergio García que «muchas gracias», por haberme hecho disfrutar. Una pena que no haya salido esta vez, pero con esta versión del de Borriol, se puede ganar un grande.
Totalmente de acuerdo Ovidio…nos hizo vibrar con su valentía…para el espectador saber que iba a intentar darlo todo en el 17 fue extraordinario, lo vives mucho más que si sabes que va a tirar conservador a centro de green…Para mí un acierto de estrategia…otra vez seguro que saldrá…un abrazo.
Sergio fue valiente y jugó muy bien hasta el hoyo 17, pero cometió en mi opinión un fallo muy importante. Le faltó fuerza mental para hacer lo que hizo Jeff Maggert, que también tiró una bola al agua en el hoyo 17, pero la segunda fue a green, hizo doble bogey , pero llegó al hoyo 18 e hizo birdie.
Sergio en cambio, tiró una segunda bola al agua, falló un put de bogey razonablemente metible en el 17, tiró la bola al agua en la salida del 18 y falló un put de bogey en el 18. Un desastre.
Desde mi punto de vista, la principal razón por la que Sergio García no tiene ningún grande está en su actitud, en su cabeza. Tiger Woods es un robot. Su fortaleza mental es pura roca. Sergio García falla un put y sus hombros se bajan hasta sus caderas, pone cara de pagar las cervezas y da un mal golpe en el siguiente hoyo.
Me encantaría ver a Sergio ganar más, pero necesita un psicólogo como el comer. Lo malo es que a su edad, ni lo quiere ni lo querrá, porque seguramente piensa que no lo necesita.
Pues creo que Sergio es distinto este año. Le seguí en el Saler y sinceramente yo le vi con actitud magnífica luchando por un primer puesto que le quedaba lejos. Un mal tiro, a las uñas de gato en el 16, le privo de opciones al final, pero si se le veían ganas de ganar. Lo de Tiger no tiene nombre, sólo pensar en que necesita estas argucias para estar ahí me hacen creer que Sergio esta ganando la guerra aunque haya perdido esta batalla. No sería la primera vez que Tiger miente. La situación hubiese sido distinta con Sergio 1 up y 2 por jugar.