LIV Golf

¿Qué tipo de público de LIV Golf serás en Valderrama?

La propuesta de los torneos de LIV Golf es radicalmente diferente a la de otros circuitos de golf tradicionales. De cuatro jornadas de sol a sol de 18 hoyos, con salidas por el tee del 1 cada diez minutos desde primera hora de la mañana, y corte al acabar el segundo día, pasamos a la novedosa propuesta de LIV Golf que, además, es mucho más sencilla: tres rondas de 18 hoyos, un field más de gran calidad pero reducido con salidas a tiro y sin corte.

Además, el ambiente en el campo en un evento de LIV Golf es totalmente distinto, gracias a la música que suena de ambiente en todo el recorrido y, también, a las carpas situadas en diferentes puntos del campo, que ofrecen servicio de bar y comida.

Estos cambios de formato y ambiente, transforman sensiblemente la experiencia del espectador en cada torneo de LIV Golf, abriendo nuevas posibilidades para disfrutar de una jornada de golf y buen rollo. De toda esta fauna, ¿cuál de ellos serás tú en LIV Golf Valderrama?

«Reverse»: Empiezo en el 18 hacia el 1 y así veo todos los partidos

Ese aficionado cuadriculado y fan de la optimización, con título de ingeniero o similar, que se ha estudiado el torneo en profundidad. Se sabe de memoria el plano del campo y cómo llegar a cada punto estratégico, podría moverse con los ojos cerrados para ir al bar, los baños o la Casa Club.

Su certero análisis ha concluido que la mejor opción para ver el torneo es empezar a caminar desde el green del 18, retrocediendo hacia el tee, luego hacia el green del 17 y así hasta llegar al 1; para encontrarse a TODOS los partidos que vienen de frente. Así no te pierdes a ningún jugador y ves a todos.

«Poltronas»: me hago fuerte en un sitio estratégico todo el día viendo pasar partidos

El «poltronas» es ese fan que busca por todos los medios el mejor sitio para pasar todo el día «apoltronao» viendo pasar partidos. Pregunta a amigos, estudia el plano del campo, la previsión de la meteorología, el movimiento horario del sol y la disposición del bar, hasta que da con la pole position del recorrido.

Este tipo de espectador llega al club temprano y va directo al punto estimado para que nadie se lo ocupe. En caso de que alguien despistado ose cogérselo, activará el modo «search and destroy» y aplicará sus mejores artimañas para echarlo de allí, acechando hasta que el primer despiste del okupa le permita recuperar un espacio «que es suyo».

«Action-man»: sólo veo los partidos más importantes

Un «action-man» se sabe las estadísticas de LIV Golf mejor que Greg Norman. Está todo el rato pendiente del móvil para ver la evolución de la clasificación. Aunque tenga que hacerse 80 kilómetros al día, irá pasando de partido en partido, como un surfista intentando pillar la ola buena del día.

El «action-man» sigue su instinto, analiza los decibelios y la frecuencia de los rugidos del público cuando alguien emboca un putt importante y huele el miedo de los jugadores para determinar cuándo tiene que dejar el partido actual y moverse a otro con más potencial de victoria. Si te encuentras a uno en tu camino, más te vale no ponerte en medio porque hará todo lo que pueda para chupar cámara en la foto del momento del putt de la victoria.

«Ultra-fan»: sigo a mi jugador favorito y paso del resto

Animal de costumbres, persona de ideas fijas que sólo ve el partido de su jugador favorito. Lo ha visto decenas de veces en directo y centenares por televisión, pero no quiere otra cosa. Los tres días de torneo llega al campo para ver a su favorito desde el calentamiento, le siguen a todas partes, incluso hasta su lugar de alojamiento.

Viste con elementos que le identifican claramente como el mayor fan del jugador, a quien le piden el enésimo autógrafo al acabar su vuelta. Coleccionistas avariciosos de autógrafos y cualquier material del que se quiera desprender el golfista, trofeos que serán almacenados en su vitrina personal, a modo de altar de un asesino maníaco de peli de sábado tarde de Telecinco. Corre y apártate de su camino si te topas con un «ultra-fan», son más temidos que los hermanos de Puerto Hurraco o que los tiburones por los surfistas en California.

«Team-supporter»: sigo a los jugadores de mi equipo favorito

Una variante inofensiva y graciosa del «Ultra-fan», pero en formato por equipos. Se viste con los colores de su escuadra, los lleva pintados en la cara y se une a otros iguales para formar una banda, cual cuadrilla de animadoras. El día del torneo, ejecutan las coreografías planificadas y ensayadas con el máximo detalle durante meses en el hoyo 19 de su club.

Si te los cruzas, te harán reír y pasar un buen rato. Son buena gente, merecen la pena pero cuidado, igual te atrapan en sus redes y acabas bailando con decenas de personas jaleando a su equipo en el lugar menos pensado.

«Social animal»: el golf es lo de menos, aquí «hemos venido a jugar»

El «social-animal» se distingue porque lo el golf le importa un pimiento. Va a ver qué se puede en el radar por allí pero pasando del torneo. No conoce a ningún jugador, a veces dice «puntos» en lugar de «golpes» y «pelota» en lugar de «bola», ¡le da igual! Pide el primer cubata del día, cuando aun ni tenían los hielos preparados en el bar y se justifica diciendo convencido: «a partir de las 12 se puede beber porque ya es por la tarde».

Nunca actúa solo, siempre busca la compañía de al menos otro más de su especie y a lo largo del día va captando desconocidos que no se sabe cómo han acabado juntándose. Será cosa divina. Birra o cubata en mano en todo momento, las 24 horas del día sólo piensa en estar de fiesta. Al acabar olismear todas las carpas, baja a hacer ronda por los locales de Guadiaro y alrededores, como La Iguana y los antros de moda de la temporada. Donde va, triunfa.

¿Qué más fauna conoces en los torneos de golf?

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