Fieles a las costumbres, la Real Federación Española de golf celebraba ayer su cena anual en el Hotel Palace de Madrid, una cena que en ediciones anteriores ya había generado bastante polémica, por la situación del golf en España, así como por la cantidad de recursos que hay que destinar a un evento de estas características cuando se celebra en un lugar como dicho hotel.
La situación del golf en España no ha mejorada desde aquel post en el que nos preguntábamos si habrían saltado las alarmas en la RFEG ante la pérdida de licencias, pero ni esto,ni la situación económica y social del país, ni la mala imagen del golf en España, ha hecho recapacitar a la RFEG sobre si esta es la mejor localización para dicha fiesta o si es necesario incurrir en esos gastos en una acción que tan sólo dura un par de horas y que tan sólo va a impactar en una pequeña parte de los federados.
También resulta curioso, como la RFEG ha pasado de puntillas sobre la localización del evento, cuando hace un par de años no tenía reparos en comentarlo. De una retransmisión de la gala, hemos pasado a un hashtag en Twitter llamado #GolfMarcaEspaña. Un #GolfMarcaEspaña que más allá de los ganadores, es la de una marca mantenida por los pagafantas que lo soportamos, pero que poco reciben de su federación si eres un tuercepalos. Bueno, no nos debemos quejar tanto, porque nuestra federación nos ha montado ahora el Club Vip de la RFEG , como un intento de darnos valor añadido a los federados y que por si sólo, ya merece un post aparte por la imagen que da, si no además, por las motos que parece que son capaces de venderles…
No hay duda que este año las jugadoras femeninas han tenido un buen año y una gran actuación en la Solheim Cup, pero a este que les escribe, también le sigue rascando que alguna de esas jugadoras a las que la RFEG, les ha apoyado con todo, no hubiesen estado en el Open de su país.
En años anteriores todavía me acuerdo como algunos periodistas nos preguntaban que quienes éramos para preguntar sobre el coste de dicho evento, pero un par de años más tarde, seguimos con la misma poca transparencia en las cuentas de la RFEG, mientras que otras federaciones territoriales como la Canaria, las publican abiertamente sin que pase nada…
Coincido plenamente contigo en que la imagen que transmite esta gala es bastante contraria de lo que muchos entendemos que habría que dar para popularizar el golf. Mensaje rancio, un año más, y despilfarro de dinero público que los mentideros del golf afirman que ha llegado en una sola edición a los cinco dígitos. Lo peor de todo es que no hay esperanza de cambio con este sistema viciado de elecciones en las que no se puede elegir a los que dirijan el golf en España.