Michelle Wie estaba llamada a ser la gran dominante del golf mundial femenino, el Tiger Woods del golf femenino, sin embargo, Michelle Wie se ha quedado muy por debajo de las expectativas que la gente había depositado en ella. «Sólo» dos victorias y 31 top ten, son los logros en su carrera. Grandes números para una jugadora, pero lejos de lo que se suponía que iba a ser esta jugadora. En estos momentos, por ejemplo, la española Beatriz Recari acumula el mismo número de victorias en el LPGA Tour, jugadoras con un seguimiento mediático completamente diferente.
Si miramos las estadísticas de «media de putts» del LPGA, obsevamos que Michelle Wie está en la posición 45, promediando 29,59 putts por vuelta; mientras que la líder en dicha estadística, Jennifer Gleason, promedia 27. Es cierto que esta última cuanta con una muestra inferior, sólo 10 vueltas, por las 22 de Michelle Wie, pero si nos fijamos en la segunda clasificada, Hee Kyung Seo, podemos ver que promedia 28 putts.
Si analizamos las estadísticas de «putts en GIR», Michelle Wie está en la posición 37 esta temporada. Ambas estadísticas son mejores que las de «greenes en regulación» (93) o «calles cogidas con el driver» (139), pero cuando viste el vídeo de esta entrada en la que se ve como está puttendo Michelle Wie esta temporada, creo que os habréis preguntado lo mismo que hice yo… ¿es en serio?
Reconozco que, aunque no tengo dolores de espalda, la postura en la que está puttenado Michelle Wie es lo primero que me hace pensar en cómo acabará esa espalda después de pasar un par de horas seguidas en el putting green. El segundo pensamiento, teniendo en cuenta lo que se aleja dicha técnica de lo que se consideraría tradicional, es que los golfistas somos capaces de alcanzar pactos con el diablo, por tan sólo reducir un par de golpes en nuestras vueltas.
Además no parece que le de resultado…