La última vuelta de Phil Mickelson para ganar el Open quedará en el recuerdo de los que hemos seguido esta edición del torneo. Un resultado de 5 bajo par el cuarto día de competición, con el recorrido de Muirfield en unas condiciones realmente complicadas, y que le deja con un acumulado de -3 como el único jugador capaz de batir al campo, es una cifra de justo ganador.
Con esta gesta logra Phil Mickelson el quinto grande en su palmarés, quedándole sólo ganar el U.S. Open para completar el Grand Slam. Queda mucho para que llegue el próximo US Open pero yo me lo apunto ya como favorito porque las ganas con las que va a salir a ganar seguro que no son pocas. Menudas dos últimas semanas para el estadounidense, que ha cruzado el charco para coronarse Sir, tras ganar el fin de semana pasado el Scottish Open.
El final del torneo no tuvo tanta emoción como en ediciones anteriores, dado el sprint que arreó Phil Mickelson en sus últimos 6 hoyos, en los que embocó 4 birdies y dejó a sus más inmediatos perseguidores con un palmo de narices. Al final, tres golpes de ventaja le han separado del siguiente jugador en la clasificación, Henrik Stenson y cuatro de Lee Westwood, Ian Poulter y Adam Scott. Muy irregulares han estado varios de estos candidatos al título en la jornada de domingo, salvo Poulter, que se ha quedado a gusto con una racha de birdies bestial y una tarjeta de -4 que por momentos parecía que podía valer para ganar o meterse en playoff. Un show el que dio el inglés, como siempre que está enchufado.
Stenson cumplió, aunque los bogeys del 12 y del 13 seguro que los recordará una buena temporada. Adam Scott tuvo su oportunidad, como el año pasado, al lograr una racha de 4 birdies consecutivos del 7 al 10, pero sus opciones se diluyeron al cometer 4 bogeys seguidos del 13 al 16.Lee Westwood también pudo ganar, pero se «desconectó» a partir del hoyo 7, con cuatro bogeys y ningún birdie.
Tiger Woods fue otro de los que no brilló en la última ronda. Su mal arranque, con tres bogeys en los 6 primeros hoyos, le dejaban casi sin opciones de victoria. Parece que está cerca de repetir triunfo en un grande, pero no estamos viendo al Tiger de antaño en las jornadas de domingo.
De los españoles sólo puedo sacar conclusiones positivas de este torneo. Eran 6 los jugadores participantes y 5 han pasado el corte. Miguel Ángel Jiménez fue el animador en los primeros días y llegó a liderar el torneo, haciéndonos pensar que podría ganar su primer grande y traer de nuevo la gloria para España. No pudo ser, se quedó en el puesto 13, pero que le quiten lo bailado. Hace nada volvía tras su grave lesión en la pierna y verle dando guerra y con opciones de victoria es una gozada.
Empatado con Jiménez acabó Eduardo de la Riva, jugador que debutaba en el Open y que a buen seguro se lleva de aquí un gran recuerdo. Ojalá tenga Eduardo más opciones de jugar en el European Tour este año porque hemos visto que hay madera para que lo juegue de manera habitual y para ganar. De casta le viene al galgo.
Sergio García no ganó pero estuvo ahí, como casi siempre. El de Borriol tiene la capacidad de no jugar del todo bien pero acabar en posiciones importantes. Puesto 21 en un Open, para no haber estado fino, a mi me parece que no está mal. Mejor habría sido un top ten o ganar, está claro, pero hay que reconocer que Sergio no lo ha hecho mal en Muirfield.
Rafael Cabrera-Bello fue otra de las alegrías de este Open. Fue líder provisional y estuvo peleando por la parte alta de la tabla durante los cuatro días de competición, lo que se puede considerar también una excelente actuación. El puesto 21 que ha logrado, empatado con Sergio García, le debería aportar ánimo y confianza para lograr buenos resultados en lo que queda de temporada en Europa.
Gonzalo Fernández-Castaño hizo una primera vuelta esperanzadora, dejando ver que había luchado lo suyo para acabar bajo par. Sin embargo, el resto de los días, sobre todo el segundo, no estuvo fino el madrileño y sus opciones se fueron diluyendo poco a poco. Tal vez aún le dure la resaca del US Open, o vaya usted a saber, pero ningún reproche para un golfista que está haciendo una gran temporada.
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