El comienzo de temporada de Rory McIlroy no ha sido fácil si lo analizamos desde el punto de vista deportivo, ya que bajo perspectiva financiera, no de debe tener muchos peros… Cortes fallados, resultados que no llegan, lo que al final provoca que todo el mundo hable sobre su situación: que si el cambio de palos, que si la presión del megacontrato con Nike, si su relación con Caroline Wozniacki…Que os voy a contar que no hayáis leído o pensado ya a estas alturas.
Pero justamente una semana antes del Masters, Rory McIlroy parece haber juntado todas las piezas de su puzzle, acabando en segunda posición no por fallos suyos, si no porque Martin Laird bordó ayer el golf firmando un 63, empatando el récord del campo, con 9 birdies y libre de bogeys, que le valen para pillar el último billete disponible para jugar esta semana el Master, además de su tercera victoria en el PGA Tour, lo que también rompió la racha de victorias norteamericanas en dicho circuito.
Ganar nunca está de más, nunca puede ser malo ganar, pero ayer cuando estaba viendo la retransmisión y veía que Rory McIlroy se iba a quedar corto en su lucha, me venía a la cabeza la idea de que el segundo puesto era el bueno para él en estos momentos. Le daban la moral suficiente, la confianza de haber juntado de una vez las piezas del puzzle, al mismo tiempo que no le ponía una presión extra esta semana, aunque a ese nivel, la presión siempre la debes tener y sentir. Al menos, al quedar segundo, se ahorrara compromisos con la prensa y sponsors lo que le dará un par de horas extras para relajarse antes de la primer grande de la temporada.
Antes de que comience el Masters las cartas que tenemos sobre la mesa no pueden ser mas espectaculares. Tiger Woods en plena forma, Rory McIlroy de vuelta y un field de jugadores entre los que cuesta elegir a candidatos, porque veo a muchos capaces de dar la campanada en este Masters 2013.
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