El European Tour se carga el mito del golf como deporte de honor
El pasado fin de semana se disputó el Open de Madeira en Portugal, torneo de esos «light» del calendario del European Tour a medias con el Challenge Tour, que iba a ser una fiesta, como todos los eventos de los grandes circuitos, pero que acabó en tragedia. La causa del horror tuvo lugar en la última jornada, cuando se producía el fallecimiento de Ian MacGregor, caddie de Alastair Forsyth, en pleno partido mientras caminaba por el hoyo 9 del recorrido del Club Santo da Serra.
En Tengolf cuentan con detalle cómo sucedió todo y han publicado un artículo con declaraciones de Pedro Oriol, Jordi García Pinto y Jesús Legarrea, que deja claro que fue un momento muy duro y que, en mi opinión, se ha cometido un gran error desde la organización del evento. El Open de Madeira tenía que haber sido suspendido y reanudar el juego fue un grave error para el European Tour, por mucho que Alastair Forsyth diga que su fallecido caddy habría querido que se terminara. Eso nunca lo sabremos, por desgracia para este hombre.
Ha sido una torpeza, no digo que haya mala intención, pero sí que es un gesto que a muchos nos ha parecido feo porque demuestra una falta de sensibilidad importante. Si una persona fallece en unas condiciones como estas, sinceramente, el golf se queda a un lado y el torneo se suspende y a otra cosa. Hacer lo contrario es una falta de respeto al fallecido y a su familia y amigos cercanos, por mucho que la decisión la haya tomado George O’Grady, máximo mandatario del European Tour, o quien quiera que haya sido, y con notas de prensa como esta intenten convencer al público de que se ha tomado la decisión correcta. No, no ha sido la correcta.
Con decisiones como estas, ¿dónde queda el golf como juego de honor? ¿Cómo le explicamos a nuestros hijos que cuando una persona fallece tienes que hacer como si nada, mirar para otro lado y seguir jugando tu vuelta? Y no hablemos de la pésima imagen de insensible que deja Alastair Forsyth, a quien no puedo ni pensar cómo narices se le ha ocurrido coger un palo y pegarle a la bola desde la hierba que vio caer a su amigo. Bueno, para él tal vez sólo fuera un empleado y nada más, un maldito caddy de mierda.
Por mucho que Alastair Forsyth haya intentado a posteriori arreglarlo, vía nota de prensa y con sus declaraciones posteriores, me pregunto cómo demonios fue capaz de empuñar el palo y hacer un maldito swing. ¿No le iba remordiendo la conciencia todo el rato? ¿Cómo se le ha ocurrido que esta era la mejor solución, aunque fuera con buena intención?
No dejéis de leer el artículo de García Pinto, Oriol y Legarrea en Tengolf. Dice mucho sobre lo sucedido y lo que parece que hoy es en realidad el European Tour. Una pena por el hombre fallecido y una última cuestión en la cabeza. ¿Qué decisión se habría tomado en el PGA Tour en un caso similar?
Descanse en Paz Ian MacGregor.
[Actualización 13/5/2014]: lectura recomendada también la del artículo de Mi Blog de Golf, quien repasa las reacciones de diversos medios internacionales y deja ver varias declaraciones que ponen de manifiesto que las cosas fueron muy diferentes a cómo las está contando el European Tour. Parece que por Europa adelante no está gustando el asunto…