La estrategia de Patrik Reed en el 18 de Doral: ¿buena o mala?
Patrik Reed ganaba el domingo pasado en Doral el World Golf Championship-Cadillac Championship al imponerse a Bubba Watson y Jaimie Donaldson por tan sólo un golpe de ventaja. Patrick Reed llegaba al tee del 18 de Doral con dos golpes de ventaja, un par 4 de 478 yardas y con el agua que acompaña por la izquierda desde el tee de salida hasta el green.
Patrik Reed decidía salir con un hierro y con el rough de la derecha como objetivo final. A penas llegaba a la altura de calle y por delante tenía 266 yardas. Desde el rough, donde no le había quedado un lie demasiado complicado a pesar de ser rough, pegaba un hierro de 202 yardas para dejarse un tiro a green de 75 yardas, desde donde pegaría un golpe con el que se quedaría a 30 pies de la bandera, ya que con un green rodeado de agua y habiendo dejado claro desde el principio que iba a asegurar, tampoco podía apurar más ese tiro. Desde ahí dos putts, dejándola con el primero a 1 pie y 7 pulgadas del hoyo, lo que le permitiría levantar el trofeo más importante de su carrera hasta la fecha. (Datos de Shottracker del PGA Tour)
Siguiendo al post de ayer en el que os hablaba de Every Shot Counts de Mark Broadie, me he puesto a analizar cómo fueron cada uno de sus golpes en este hoyo 18 del World Golf Championship-Cadillac Championship y cómo fueron de buenos o de malos, comparándolo con la media de golpes del PGA Tour, si bien es cierto, que para hacerlo del todo correcto, no habría que compararlo frente a la media del PGA Tour, si no frente a las medias de ese mismo torneo, ya que así se tiene en cuenta el fuerte field que presentaba Doral esa semana así como la dificultad del campo. Pero esos datos, no los he podido encontrar, y sí los de la media de golpes para embocar del PGA Tour.
Recordaros que el procedimiento era (golpes que tardan en embocar desde distancia inicial- golpes que tardan en embocar desde distancia b)- 1 (que es el golpe empleado por el jugador)
1. (4.28-3.74)-1= -0.54
2. (-3.74-2.75)-1= -0.01
3. (2.75-1.98)-1=-0.23
4. (1.98-1.04)-1=-0.06
5. Los putts de menos de 3 pies, se convierten en su gran mayoría, por lo que al embocar no hay diferencias.
Como podéis ver, los números hablan claro sobre los golpes en los que Patrik Reed no quiso arriesgar, la salida donde perdió algo más de medio golpe y el tercer golpe, donde no podía arriesgar si quería eliminar la opción de mojarse, lo que le constaría casi otro cuarto de golpe frente a la media de golpes del PGA Tour. Ninguno de los 4 golpes fueron mejores que la media del PGA Tour, y a mi juicio, el segundo golpe desde el rough así como el primer putt, a ser golpes dentro de la media, y no asumir pérdida de golpes en ellos, lograron frenar la pérdida de golpes en dicho hoyo.
Al hacer el lie up desde el tee, que le costaría ya medio golpe, Patrik Reed dejaba claro que su objetivo en ese hoyo era el bogey, resultado que le valía para llevarse la victoria, pero que en comparación con los ejemplos de lie up de Phil Mickelson en Pebble Beach o el de David Toms de los que ayer hablaba Álvaro Beamonte en On The Tee, ellos nunca dejaron de ver el par en ese hoyo, lo que para mi, establece una diferencia importante con esos dos ejemplos. Phil porque era un par 5 y David Toms, porque su tiro de wedge, permitía atacar algo más la bandera que el tiro de Patrik Reed y dejarse una distancia más embocable, como finalmente sucedió.
Patrick Reed hizo el lie up desde el tee, y en el aproach como reconocía en una entrevista que no quería atacar esa bandera, se dejaba un putt de 30 pies. Una distancia, en la que los pros del PGA Tour tan sólo embocan un 7% de esos putts, pero que al mismo tiempo reducía la probabilidad de tripatear el 5%. Los datos a mi juicio, hablan claro sobre cual era el resultado que buscaba Patrik Reed y el que buscaron Phil Mickelson o David Toms.
El objetivo de conseguir un bogey en el hoyo 18 y que le valía para llevarse la victoria, bajo mi punto de vista, lo consiguió porque no tuvo ningún mal swing entre sus golpes, como si que tuvo Robert Garrigus en el ejemplo que ponían ayer en On The Tee. Y comento esto, porque en el otro libro basado en estadísticas del que os he hablado ya unas cuantas veces, Pro Golf Synopsys 2013, Richie Hunt habla justo de eso, de cómo las decisiones estratégicas no se deben tomar teniendo en cuenta nuestro peor o nuestro mejor swing, si no teniendo en cuenta, lo que Richie Hunt, llama el «Stock Swing», un swing para poner la bola en juego, sin intentar pegarla más fuerte de lo normal.
Esta diferencia le permite a Richie Hunt diferenciar entre una Estrategia Segura y una Estrategia Conservadora, con la primera, aquellas en la que no se hace lie up desde el tee sino que se pega el driver pero con el Stock Swing, las estadísiticas le enseñan que los resultados son más bajos que aquellos que utilizan la Estrategia Conservadora, ya que con el lie up, lo único que se está haciendo es demorar cuando nos enfrentamos al peligro, y cuando más tarde lo hagamos, menos opciones tendremos para recuperarnos si no ejecutamos bien el golpe. Además, si eres un jugador bombardero, también estarás dejando de lado tu ventaja inicial.
La Estrategia Segura tampoco nos garantiza que no nos mojaríamos en el ejemplo que pone en su libro con el Hoyo 3 de Bay Hill, (bastante parecido al 18 de Doral aunque algo más corto), o en el 18 de Doral, pero si nuestra bola acaba en el agua, según Richie Hunt y algo que comparto, no tiene nada que ver con una buena o mala decisión estratégica, si no con un buen o un mal swing.
Si repasamos ahora la calidad de los golpes de Patrick Reed que os comentaba al principio, vemos que la pérdida de golpes se produjo en aquellos golpes en los que Patrick Reed decidió hacer un lie up, pegando muchos menos metros de salida o en un aproach que tenía que asegurar, pero las imágenes y los números también nos demuestran que Patrick Reed no tuvo ningún mal swing, pero si lo hubiera tenido, como comenta Richie Hunt, no sólo estaríamos hablando de un mal swing si no también de una estrategia equivocada.