Cuando acabe 2025, también terminará mi etapa como jugador mid-amateur. Han sido años de torneos inolvidables: kilómetros recorridos, bolas perdidas, putts embocados. Todo ha merecido la pena.
Sin embargo, en los últimos tiempos he notado cómo el golf de competición mid-amateur ha ido perdiendo atractivo para mí. Cierro esta etapa con una sensación extraña: como si los jugadores de entre 40 y 50 años nos hubiéramos quedado en tierra de nadie, salvo contadas excepciones de auténticos titanes que peinan canas y siguen compitiendo al máximo nivel.
Nota personal: soy un golfista amateur del montón, sin aspiraciones más allá de disfrutar de este deporte y del proceso de aprender, entrenar y jugar (y vuelta a empezar).
¿Un rango de edad demasiado amplio?
La categoría mid-amateur abarca a jugadores de 24 a 49 años. Esto significa que jóvenes «bros» recién salidos de la universidad compiten contra golfistas «puretas» con ciertas responsabilidades laborales y familiares.
La diferencia de potencial competitivo es evidente: mayor pegada, mejor técnica y más horas de juego frente a quienes, por edad, suelen tener menos tiempo y capacidad física. Todo esto, con excepciones, por supuesto.
También es cierto que los mayores pueden contar con más experiencia o recursos económicos, pero la brecha de condiciones por el factor edad, es innegable.
Campos de golf demasiado largos para la realidad mid-amateur
Otra tendencia preocupante es la configuración excesivamente exigente de los campos. En numerosos torneos nacionales y regionales he jugado desde las barras más atrasadas, las mismas que utilizan los profesionales del DP World Tour o del Alps Tour.
Algunos ejemplos:
- Club de Campo Villa de Madrid (puntuable nacional 2017): 6.412 m desde tees de negras.
- New Sire Golf Cabanillas (puntuable nacional 2025): 6.458 m desde negras, con estrechamiento de tees.
En contraste, en torneos como el Campeonato de España Mid-Amateur de 2024 en La Coruña (5.951 m, amarillas) o el puntuable nacional 2023 en el RCG Castiello (5.369 m, blancas), jugamos recorridos más cortos y el disfrute fue mayor.
La respuesta más habitual cuando he preguntado a los organizadores por qué se preparan campos tan largos ha sido: “para que los pegadores no revienten el recorrido”. Pero no la tenían cuando les decía que esta medida penaliza de forma desproporcionada a la mayoría de jugadores, que no somos «long hitters» sino «malos golfistas, currantes y con familia y sin aspiraciones profesionales golfísticas».
El regreso de exprofesionales: ¿competencia desleal?
Con cierta frecuencia, jugadores que intentaron ser profesionales vuelvan a competir en mid-amateur. Aunque el reglamento exige un año sin competir para recuperar el estatus amateur, la realidad es que su nivel está a años luz del golfista mid-amateur medio.
Esto puede desvirtuar la competición si no se gestionan bien las condiciones de retorno al mundo amateur.
Propuestas para un golf mid-amateur más atractivo
Analizar primero los datos y entender la realidad
Antes de tomar decisiones, conviene estudiar factores como la distribución de licencias por edad, del número de vueltas de competición y su evolución por el perfil del jugador y su «journey» a lo largo de su vida como federado.
Seguro que se encontrarán múltiples patrones comunes que permitirán definir arquetipos de jugadores y concluir si están correctamente ajustadas las categorías.
Ajustar las edades
Quizá tenga sentido dividir la franja actual en dos grupos de edades (por ejemplo, 24–34 y 35–49) o buscar otro encaje que equilibre capacidades. Incluso pensar en pisar el terreno de las categorías adyacentes.
Configurar campos “para mortales”
El objetivo debe ser que disfrute el jugador medio, no solo unos pocos fuera de serie o «outliers». Jugar desde recorridos algo más cortos, por ejemplo, de máximo 6.000 metros, permitiría mantener el reto competitivo sin convertirlo en una experiencia frustrante.
Revisar la vuelta de profesionales
Podría valorarse ampliar el periodo de inactividad exigido o establecer limitaciones específicas para torneos de máximo nivel mid-amateur, protegiendo al amateur de verdad.
En definitiva, se trata de ordenar la categoría mid-amateur para que todos los golfistas, de cualquier edad y nivel, encuentren el espacio para disfrutar y competir de forma equilibrada.
Este tema lo han tratado Gonzalo y Larry en el programa especial de Golf Sin Etiquetas de esta semana, que emitieron desde la Feria de Albacete y veo que van muy alineados con lo que vengo barruntando tiempo en mi cabeza y con mi círculo de camaradas del metal golfístico. Aquí puedes ver lo que han hablado del asunto.