Los aficionados somos la clave del éxito del Open de España de golf
En los ultimos años, los aficionados al golf hemos sufrido los diversos vaivenes por los que el Open de España ha ido pasando. De ser un torneo que en los 90 atraía a grandes figuras del golf europeo e internacional, poco a poco se convirtió en un evento de menor calado, hasta el punto de que las alarmas saltaron en 2017, cuando no se organizó por primera vez desde 1966.
En aquél momento, con la crisis ya pasada en nuestro país nadie entendía que no fuera posible encontrar patrocinadores que apostaran por un torneo de esta solera. Por el motivo que fuera, no pudo ser y ahora ya poco importa.
Lo que sí importa es que en 2018, cuando ya dábamos por perdido el torneo y no éramos nada optimistas de cara a su resurrección en el calendario del European Tour, la RFEG se sacó de la manga un torneo que debía organizar en un sprint que muchos vimos imposible pero que resultó muy positivo.
El resultado fue muy positivo, no era el Open de España soñado, pero de la nada de 2017 al torneo que vimos en el Centro Nacional de Golf, se consiguió que el público disfrutara y, lo más importante, sembrar una semilla que ha germinado en 2019 en forma de Mutuactivos Open de España y que esperemos crezca fuerte en los próximos años.
Las personas como sustento del Open de España de golf
Ahora que el torneo tiene apoyo financiero y un nuevo promotor interesado en hacerlo crecer año a año, es el turno de las personas. Me refiero a los golfistas profesionales nacionales, que están demostrando un nivel de compromiso encomiable, y también a los que estamos al otro lado de la barra, al público. Sí, a ti y a mi.
Los golfistas profesionales españoles top han decidido incluir la cita del Mutuactivos Open de España en su calendario de torneos. La siguiente línea también y así hasta la cantera. Todos ganan, todos ganamos. Y cuanta más veces lo hagan, mejor. Somos potencia mundial en golf y tenemos a varios jugadores entre los mejores, así que tenerles en el Open de España es un lujo.
Ya se encontrará la manera de convencer a otras figuras internacionales, la cosa necesita su tiempo en el horno y por ahora, parece que la cocción empieza bien. Si no vinieran ni los nuestros, mala cosa sería.
Además, necesitamos a la segunda división y a la cantera, tanto a los más jóvenes como a esos otros golfistas maduros en la treintena que llevan tiempo peleando en torneos de menor nivel pero que vemos que cualquier día podrían dar el salto al European Tour. Tal vez para ellos habría que pensar en un «Road to the Open deEspaña», como le preguntaba a Gonzaga Escauriaza, o algo similar para que tuvieran una meta nueva y un camino para lograrla.
Por otra parte, los aficionados tenemos que responder a esta propuesta. Se ha elegido una sede mucho más potente para disputar el Mutuactivos Open de España y se han preparado atracciones alrededor del torneo para ofrecer una experiencia al público más allá de ir a ver a unos deportistas pegarle a la bola. No es nada del otro mundo, seguro que en cualquier garito de moda o en Ibiza encontrarás una mejor oferta, pero es la que se ha dispuesto para empezar a ampliar el concepto de «ir a ver un torneo de golf» e iniciar una nueva etapa.
Además está la cuestión de si las entradas deben ser de pago o no. Desconozco las cifras que mueve un evento de estas características y del impacto que puede tener la recaudación por venta de entradas en la cuenta de resultados. Lo que sí que sé es que en otro tipo de eventos masvos (fútbol, tenis, baloncesto,…) los espectadores pagan religiosamente y se ofrece un espectáculo a la altura.
Una de las cosas que tengo claro es que si queremos un buen Open de España de Golf, las personas somos clave.
Las personas que no practican golf también son clave
Estoy convencido de que una de las claves para que el golf cale de una vez en nuestra sociedad, o al menos deje de ser despreciado por gente que no lo conoce, es que puedan tener un contacto con este deporte al menos una ocasión en su vida. Cuando alguien prueba por primera vez a golpear una bola con un palo de golf, se da cuenta de que no resulta tan sencillo golpear la bola como ha visto hacer por la tele a los golfistas profesionales y que la cosa tiene truco.
El Open de España de Golf debería servir de centro de operaciones para atraer también a este público no practicante, igual que hace el Masters de Madrid en versión tenis. Algo hay que darle a la gente para atraerles a ver el desarrollo del torneo, aunque es cierto que en tenis parece más sencillo seguir el juego que en golf (por ejemplo, por aquello de estar acotado a una única zona de juego, la pista de tenis, frente a todo un recorrido de más de 6.000 metros de largo y por ser las reglas más sencillas en tenis que en golf).
A pesar de las posibles dificultades del formato o el entorno, hay que intentar algo potente porque estamos en un momento histórico. Habiendo un contrato de patrocinio a varios años vista, estamos ante la oportunidad de hacer cosas de una forma diferente, potenciar lo que funciona y dejar de lado lo que no. Da igual que haya que salir de nuestra zona de confort y asumir que el golf será diferente a como era antes.
Eso supone admitir que habrá más gente en el campo, que tal vez no sepa tan bien las normas de etiqueta y que para el espectador más tradicional, acostumbrado a vivir el Open de España con cuatro gatos como si estuviera en el salón de casa, resulte algo más incómodo seguir los partidos y el ambiente. Pero es el precio que hay que pagar si queremos que el golf sea más popular. ¿O no queríamos esto?