Tiger Woods hablando sobre las nuevas generaciones de golfistas
En la jornada del martes del Masters, Tiger Woods comparecía en rueda de prensa tras haber jugado el lunes una ronda de prácticas con el chico más joven en debutar en un Masters, Guan Tianlang. Con apenas catorce años, este chaval debutará el próximo jueves en el Augusta National, batiendo el récord de precocidad que hasta este momento ostenta Matteo Mannasero. Para que nos hagamos una idea de la diferencia de edad, Guan Tianlang no había nacido cuando Tiger Woods ganó su primer Masters.
De este recorte de vídeo que he sacado del canal de Youtube de V1 Sports, me quedo con el mega anuncio que les ha hecho Tiger Woods, hablando de su producto en rueda de prensa con total naturalidad, al tratarse de un mercado en el que cada vez hay más opciones para analizar el swing. Sin lugar a dudas, la gente de V1 Sports deben estar bastante contentos.
La segunda historia que me llamó la atención es la de los niños koreanos a los que vio entrenar. Decía Tiger que, con apenas un año de golf a sus espaldas, llegaban a tener muy buenos swings gracias a entrenamientos de seis meses sin salir al campo, en los que eran continuamente analizados para subir el palo en las posiciones correctas. Tirando bolas y bolas de esta manera, lograban reducir de una forma importante la curva de aprendizaje.
Realmente no se si el modelo koreano es el correcto o no. Si el éxito o fracaso de estos programas sólo se pueden medir por los resultados obtenidos en el corto plazo o si hay que evaluarlos en el largo plazo. Me resulta difícil saber si esos niños al final llegan a buen puerto con su golf o si someterlos a esa presión desde tan temprano, acaba diluyendo su ilusión por el golf. ¿Se pueden extrapolar esos métodos tan férreos a otras culturas?
La cultura coreana y la nuestra no es que sean muy parecidas precisamnete. Acostumbrado a salir al campo con mis peques los fines de semana, según con la mentalidad koreana puede que no esté formando a unos campeones, ni a unos fueras de serie, pero sí que estaré forjando una cosa por la que siempre he dicho que el golf es un gran deporte familiar: por las charlas que mantenemos mientras jugamos.