Ian Poulter justificó que merecía estar en la Ryder Cup 2014
Cuando escribía sobre las elecciones que el capitán del Equipo Europeo, Paul McGinley, debía hacer para las plazas de libre designación, decía que me bastaba con que llevase a Ian Poulter y que me daban igual los dos restantes jugadores para completar el Equipo Europeo de la Ryder Cup.
En mi opinión, Ian Poulter no había hecho precisamente su mejor temporada, estando merecidamente fuera de los puestos que otorgan el derecho a entrar en el equipo de forma directa, pero su participación en las dos ediciones anteriores de la Ryder Cup fue tan intensa y decisiva, que consideraba que debía estar en la de 2014 en Gleaneagles, sí o sí. Una decisión que tomaba con el corazón, pero también con la cabeza, ya que Poulter ha sido un ejemplo de trabajo en equipo y de carisma, algo que en una competición como la Ryder Cup es fundamental para el combinado que quiera ser ganador.
Existía el riesgo de que no rindiera como nos tenía acostumbrados y que la racha espectacular de puntos de Ian Poulter en la Ryder Cup no continuara. Pero daba igual, ya que el derecho a participar se lo había ganado a pulso en las ediciones anteriores y con las ganas que Poulter acostumbra a mostrar en la Ryder Cup, iba a ser difícil que su aportación no se notara.
Así fue, el viernes no anduvo muy fino y no logró sumar el punto en juego en el encuentro de dobles que disputó por la mañana. Por la tarde, descansó. El sábado ganó medio punto en su partido de la mañana, al empatar, junto con Rory McIlroy, con una remontada en los hoyos finales que bien sirvió al equipo, ya que los americanos se acercaban peligrosamente en el marcador y la Ryder Cup se ponía muy apretada. Por la tarde, también descansó.
El domingo llegó su gran oportunidad de desquitarse de dos días sin victorias y sumar su primer punto completo, mejorando su aportación al equipo, la cual iba muy por debajo de lo que acostumbra a aportar el inglés (un 80 % de puntos ganados, récord del torneo). Poulter peleó y jugó un gran partido contra Webb Simpson, en el que logró 7 birdies, el último en el hoyo 18, con el que consiguió empatar el partido y sumar medio punto más para Europa. Merecido, luchando hasta el final.
Para esta edición de 2014, veía bien la inclusión de Ian Poulter como jugador invitado. Ahora bien, para la próxima edición de 2016 en USA, en el Hazeltine National Golf Club, otro gallo debe cantar. No se puede vivir de rentas para siempre y a Ian Poulter, si no logra entrar como jugador por méritos propios, va a ser difícil justificar que lo vuelvan a elegir como miembro invitado. Eso sí, su presencia como vice-capitán y en el futuro, como capitán del Equipo Europeo, para mí estarían más que justificadas y además sería un puntazo verle al mando del equipo. Sólo queda esperar a que pasen el tiempo y haya un hueco para él. Seguro que será una edición inolvidable.