Lethal Golf Ball: ¿de verdad TaylorMade?
Cuando me preguntan qué es lo que hace mejor TaylorMade, siempre respondo que el marketing. No hay duda de que el material de TaylorMade es de lo mejorcito que podemos encontrar hoy día en las tiendas de golf, aunque soy de los que piensa que la calidad no es el factor que diferencia sus cifras de ventas frente al resto de marcas, sino que TaylorMade sabe vender muy bien sus productos.
Leía hace un par de semanas como MyGolfSpy les daba públicamente la enhorabuena, por ser capaces de llevar a los golfistas a hablar de la distancia de las maderas 3, cuando hasta hace poco estos eran palos que iban en la bolsa con más pena que gloria. Sin embargo, desde que sacaron la Rocketballz, la gente comenzó a hablar de ellas y las distancias. Un éxito que, nos guste más o menos ese debate, se debe al equipo de marketing de TaylorMade.
Aunque reconozca el éxito del departamento de marketing de TaylorMade, el nombre que le han otorgado al nuevo modelo de bola de gama alta de TaylorMade me parece que tiene tela: Lethal Golf Ball. Normalmente, los nombres que los distintos fabricantes dan a las bolas suelen tener su gracia, ya que si la bola pone soft feel, sabemos que esa bola será una auténtica «piedra»; al igual que el fabricante resalta distance, sabemos que la posibilidad de encontrarnos con otro «pedrusco» es importante, aunque en los últimos años considero que las bolas de gama media han mejorado bastante, llevándome en algunos casos gratas sorpresas.
Ahora bien, el nombre de la TaylorMade Lethal Golf Ball me parece arriesgado, entre otras cosas porque las bolas de golf tienen su peligro, dada la velocidad a la que salen impactadas por el palo, que las puede convertir en proyectiles letales si te pillan por el medio. Que se lo pregunten al espectador al que el bueno de Chema Olazábal le pegó un bolazo ayer en su ronda de prácticas del Masters. El golf tiene sus peligros, es verdad que se pueden minimizar con sentido común y precaución, pero con cierta frecuencia en los campos, hay gente que se come algún que otro bolazo.
Entiendo que TaylorMade habrá hecho sus estudios de mercado sobre el nombre antes de comercializarlo, que habrá hecho sus pruebas y estas habrán salido positivas. Es más, como reconocía en el inicio de este post, el marketing de sus productos es de las cosas que creo que mejor hace, pero en este caso concreto, reconozco que me cuesta verlo.
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