US Open

El mejor trofeo para Dustin Johnson, levantar a su hijo en brazos

El U.S. Open finalizó con tragedia deportiva de las que se recuerdan tiempo, al fallar Dustin Johnson en el último green y dejar pasar su gran oportunidad de ganar su primer grande. Así es el golf, Dustin Johnson pegaba un golpe magistral a green en el último par 5 del recorrido y dejaba el torneo a su disposición. Un putt le daba la victoria y dos lo llevaban al playoff con Jordan Spieth, siendo pocos los que pensaban que otro escenario de los posibles fuera a tener lugar.
Pero el golf es un deporte complicado, en el que resulta muy difícil encajar mente y cuerpo en los momentos de máxima presión, y quiso enseñarnos una vez más que hasta que se mete la bola en el agujero con el último golpe hay que jugar a tope. Dustin Johnson hizo tres putts y se quedaba sin el torneo para el que muchos le veían favorito, sobre todo por el escenario infernal en el que se jugaba, en Chambers Bay, que resultaba ideal para un golfista como él.
En el siguiente vídeo puedes ver los fatídicos tres putts de Dustin Johnson en el 18 de Chambers Bay:
https://www.youtube.com/watch?v=g9zA4-HZpdU
Tras ese momento, Dustin Johnson ni fue capaz de ir a la sala de prensa para hablar con los medios (o eso dicen), aunque hubo quien pudo hablar con él y le sacó unas palabras que han resultado conmovedoras:

Si eres de los que al ver a Dustin Johnson quedarse a las puertas de la victoria te has acordado de Sergio García en 2007 cuando casi gana el Open Británico, bienvenido al club porque no eres el único. Fue otro momento similar, de un jugador llamado a ganar grandes pero que se quedaba a las puertas del cielo. Una pena, ya que para Dustin Johnson hubiera sido una gran redención, pasar de ser el chico malo sancionado por dopaje, al renovado golfista y padre de familia que ha sido capaz de ganar un grande.
Sin embargo, la historia tiene más chica porque, a pesar de que el 18 es el hoyo que se nos queda en la retina y que ha sido portada hoy en todos los medios de golf, la clave no ha estado en fallar los putts en ese green sino en lo que sucedió en los nueve últimos. Dustin Johnson falló desde el green del 10 hasta seis putts en distancias clave, de 2,5 metros o menos, y ahí es donde se gana o pierde un grande. Ni suerte del campeón para Jordan Spieth, ni maldición para Dustin Johnson, ni gaitas, lo que importa es cerrar las opciones para no entrar en el juego de la ruleta rusa de los últimos hoyos de un grande, en los que todo puede pasar.
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Y pasó. Eso sí, a pesar de todo lo visto en el 18, Dustin Johnson se acordó de su familia al retirarse aún incrédulo con lo que acababa de sucederle y cuando fue preguntado por lo que había pasado, dijo que había hecho todo lo que se suponía que había que hacer para ganar, pero que no le fue posible. A continuación, le dedicó unas bonitas palabras a su hijo Tatum, de quien dijo que sería el trofeo que levantaría al final del día. No habrá ganado pero eso demuestra que Dustin Johnson es un grande.

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