Golf profesional

Una Solheim Cup para guardarla en la memoria

Si la última vez que el Equipo Europeo de la Ryder Cup visitaba Estados Unidos conseguía una remontada histórica en una jornada de individuales a la que hemos apodado como el Milagro de Medinah, lo que tenía el Equipo Europeo de la Solheim Cup por delante, también tendría que ser histórico, ya que nunca había ganado en suelo americano.
En el ABC del Equipo Europeo de la Solheim, termino acuñado por Jorge Bultó en Twitter, Azahara Muñoz, Beatriz Recari y Carlota Ciganda, esta última volvía a dar toda una lección de garra a pesar del mal comienzo que tuvo en la competición y recordaba a Seve. En numerosas ocasiones Carlota visitó zonas complicadas que, además de maña, requerían imaginación y ahí Carlota dio todo un recital para conquistar ayer su punto de individuales, que aunque no fue el definitivo, era como un rejón de castigo que alejaba todavía más el sueño americano de intentar darle la vuelta a un marcador que ya parecía imposible que cambiase de rumbo.
Azahara Muñoz luchó y lo intentó pero no pudo, a pesar de llegar a estar a punto de darle la vuelta a su partido. No se si mis expectativas eran demasiado altas sobre ella, pero quizás, de las nuestras, es la que menos me gustó en estos tres días de competición.
Beatriz Recari a mi juicio ha estado inmensa. Si hay algo que importa en el match play, es embocar putts y cada vez que estaba en el green para puttear transmitía esa sensación de capacidad de hacer daño. Con Beatriz Recari, a pesar de sus victorias en el LPGA, me pasa justo lo contrario que con Azahara Muñoz. Es quizás la que menos ruído genera en los medios y redes sociales, pero su golf habla por los cuatro costados. No sé, quizá de nuestras tres jugadoras es la menos valorada, a pesar de haber ganado lo que ha ganado como profesional.
Para el recuerdo, de esta Solheim queda Caroline Hedwall, que daría el punto decisivo ante Michel Wie (que dolor verla puttear) y que establecía un récord de 5-0 en la Solheim, nunca conseguido hasta ahora y que anima a pensar que Europa tiene equipo para rato.
Una última jugadora, Charley Hull, será recordada por todos nosotros por hacer lo que mucho sentíamos que necesitábamos, que no era otra cosa que callar a la jugadora más molesta y más histérica del equipo norteamericano: Paula Creamer. La jovencísima jugadora europea le daba un sonoro repaso a la norteamericana con un contundente 5&4 y al terminar, fruto de sus 17 años, le pidió una bola firmada a la norteamericana.
Quizás una última reflexión sobre todo lo positivo de esta Solheim, es lo divertido que son las competiciones por equipo en el golf, ya sea Ryder Cup o Solheim Me atrevo a decir que cada edición tiene la posibilidad de ser mucho más entretenida que cualquier torneo regular a 72 hoyos stroke play. Y sí, lo digo pensando en las olimpiadas de Rio de Janeiro 2016, donde a mi juicio, el golf pierde una ocasión perfecta para llegar a los hogares con un formato emocionante como sería si las medallas se jugasen en formato de equipos, donde además también incluiría una competición mixta.
Nota: destacar y agradecer el esfuerzo de todo Canal Plus Golf para que pudiésemos ver toda la competición de la Solheim Cup en el dial 55. Además, con la brillante incorporación de Tania Elósegui, que al menos a mi juicio, mejoró y mucho, la calidad de la retransmisión. Enhorabuena a Hugo Costa y a todo su equipo.

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