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El Masters y el U.S. Open de 2014, ¿han aburrido al público?

Si hay algo que ha caracterizado a los dos grandes torneos que se han disputado en lo que llevamos en la temporada golf de 2014, el Masters y el U.S. Open, es que ha faltado esa pizca de emoción que suele estar presente en las jornadas del fin de semana y que los hace especiales. En ambos casos, el domingo se ha echado de menos ese hormigueo que te invade durante todo el día, hasta que se decide el torneo en el último hoyo.
No sé si es algo relativo, porque estamos mal acostumbrados, o si es que existe algún motivo. Las últimas ediciones de ambos torneos han sido bastante emocionantes y es posible que la sensación de vacío en este 2014 se deba sólo a una bajada de la intensidad en la parte final del torneo.
Por ejemplo, en el Masters lucieron bastante las últimas jornadas de los últimos años:

  • En 2008: Trevor Immelman se llevaba la chaqueta verde, quedando Tiger Woods en segunda posición y Brandt Snedeker tercero empatado, tras una ronda que este último no olvidará jamás y que le llevó al desconsuelo final entre lágrimas al acabar el torneo.
  • En 2009: Ganó Ángel Cabrera, en un final espectacular que necesitó un playoff a tres bandas para decidir el ganador. Se quedaron a las puertas de la gloria Chad Campbell y Kenny Perry, que de haber logrado la victoria se habría convertido en el ganador de más edad del torneo. De la jornada del domingo muchos aún recordamos la partida entre Tiger y Mickelson, que parecía que estaban jugando un match play por la victoria y recuperaban posiciones desde atrás, en una remontada que finalmente no se culminó pero que dejó un gran sabor de boca a todos los espectadores.
  • En 2010: Mickelson ganaba su tercera chaqueta verde y dejaba a Lee Westwood sin su victoria en el Augusta National. Una remontada que permitía tocar el cielo al americano y caída en picado del inglés, que hicieron emocionante la jornada final.
  • En 2011: Charl Schwartzel ganó con un sprint final de cuatro birdies en los últimos cuatro hoyos el domingo, sorprendiendo a los que a priori pensaben que eran los elegidos para disputarse la victoria, Jason Day y Adam Scott.
  • En 2012: Bubba Watson ganaba su primer Masters en el playoff contra Louis Oosthuizen. Para el recuerdo queda su mítico hook desde el raough en el desempate y el albatros de Louis Oosthuizen en el segundo hoyo en la jornada del domingo. Lee Westwood se volvió a quedar a las puertas de ganar en el Augusta National.
  • En 2013: el Masters fue uno de los mejores que se recuerdan en años, con un espectacular final que llevó al desempate a Ángel Cabrera contra Adam Scott, que finalmente ganó este último, centro de atención, además, por llevar de caddy a Steve Williams.
  • En 2014: la última jornada del torneo dejó un enfrentamiento entre Bubba Watson y Jordan Spieth, aguantando este último tan sólo 11 hoyos. El resto de la vuelta fue un trámite para Watson y ganó con una comodidad que no estábamos acostumbrados a ver en los últimos años, lo que nos ha llevado a pensar que ha sido un final un tanto soso.

En el U.S. Open, en los últimos años se han vivido grandes momentos. Sin ir más lejos, el año pasado vivimos una espectacular persecución de Phil Mickelson para lograr la victoria, llegando a dejar momentos espectaculares como al embocar la bola con un golpe de wedge, pero que no fueron suficientes para que Justin Rose venciera en una jornada de domingo marcada por la complicada organización del torneo que provocó la lluvia durante toda la semana.
En los años anteriores, se vivieron momentos también intensos en el U.S. Open, como en 2012, cuando Webb Simpson lo bordaba en las vueltas del fin de semana, para ganar por un golpe a Graeme McDowell y Michael Thompson. La edición de 2011 fue un paseo militar para Rory McIlroy, quien logró una ventaja insultante sobre el resto de jugadores, pero que fue foco de atención en la última jornada porque estaba a prueba por si repetía el cataclismo de la ronda final del Masters de ese mismo año. En 2010, Graeme McDowell era el protagonista, con su victoria por un golpe y remontada el domingo, tras liderar el viernes el torneo y ceder el primer puesto el sábado a Dustin Johnson.
En 2014, Martin Kaymer ganó el U.S. Open con estilo alemán, es decir, machacón, sin dejar opciones al resto y gestionando una ventaja que no dejó dudas de que fue muy superior al resto de jugadores.
Con estos precedentes en los años anteriores, si los comparamos con lo visto en el Masters y el U.S. Open de 2014, no es de extrañar que muchos tengan esta sensación de que no han estado a la altura. Yo opino que así ha sido. Para mí es suficiente justificación de esta situación el hecho de ver que la gente se duerme mientras Bubba Watson y Jordan Spieth van jugando el hoyo 15, o que el Mundial de fútbol puede con el golf cuando a Martin Kaymer aún le quedaban nueve hoyos por jugar y podía pasar de todo.
Entre las causas de esta situación de bajada de interés, además del desarrollo más monótono de ambos torneos, seguro que también habrán influido la ausencia de Tiger Woods por lesión y la coincidencia del U.S. Open con el Mundial de fútbol de Brasil 2014. En Golf76 hemos notado importantes diferencias en el tráfico orgánico (el que llega a través de búsquedas, por ejemplo, desde Google), sobre todo en términos relacionados con «ver golf en directo».
Este último indicador nos hace pensar que las audiencias de golf en televisión, tanto en España como en países con afición al fútbol, han caído notablemente. Mal asunto para todos, ya que perdemos los espectadores y también los grandes circuitos, al perder patrocinadores o al estar estos dispuestos a pagar menos dinero. Echando la vista hacia el futuro, tal vez habría que pensar en ajustar la fecha del U.S. Open para que no vuelva a coincidir con la fase de grupos e inicio del Mundial de Fútbol, sobre todo si en USA sigue su trayectoria ascendente la afición al balompié y su selección sigue cosechando buenos resultados.
Esperemos que esta no sea la tónica habitual para lo que queda de año, aún quedan torneos buenos por jugar y seguro que la emoción vuelve a ser protagonista. Y a tí, ¿te han parecido aburridos el Masters y el U.S. Open de 2014?
Imagen | TPSDave

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